jueves, 17 de enero de 2013

Hablando de ‘La renta del dolor’

Celebramos el martes pasado el encuentro con el grupo de lectores de La renta del dolor, dentro de la tertulia literaria que se organiza en la Biblioteca Municipal de La Chana (Granada). El interés mostrado por los asistentes propició un ambiente literario participativo de los que realmente magnifican la creación literaria. Algunas intervenciones alcanzaron un extraordinario nivel en las apreciaciones sobre los personajes y los valores literarios contenidos en la novela. Vivimos y sentimos con Matilde Santos, con Eduardo el maestrito, con Toño el herrero, con sus vidas que se separaron y volvieron a encontrarse; y también con la ciudad de Granada, la otra protagonista de la historia. Fue ese momento en donde la novela estuvo tan compartida que dejó de ser la obra de un autor para hacerse una obra de todos. 

Me llamó la atención la alusión que hizo una lectora a un párrafo de la novela (pág. 148), destacando sobremanera el contenido que en él se encierra. Seguidamente lo transcribo: 

      —¡Qué agradable sorpresa! Es curioso saber cuántas cosas suceden alrededor de una sin que se tenga conciencia exacta de lo que pasa. Lo cierto es que si tuviésemos que compendiar al final de nuestra existencia todos los hechos que hemos vivido de manera consciente, ello representaría sólo un cuarenta por ciento de nuestra vida. Sin embargo, hay otros momentos donde hemos estado presentes de modo inconsciente, como las opiniones de los demás, las consecuencias que nuestras acciones han tenido en otras personas..., que suelen quedar veladas para siempre, y que nunca llegamos a descubrirlas, pero que representan un tanto por ciento grande del cómputo total de nuestra presencia en este mundo…

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