jueves, 22 de enero de 2009

¿Qué significa para mí 'La renta del dolor'?


Esta novela representa la culminación de una idea que me rondó en la mente durante casi dos décadas. Desde que el personaje femenino que la protagoniza paseaba frecuentemente su cuerpo envejecido con ‘andares de pato’, como solía decir, y una sonrisa regalada en su rostro limpio a sus vecinos por el entramado de calles de la Granada vieja. Llegó a su tierra cargada de años, vivencias y recuerdos que tuve la suerte de compartir con ella de primera mano.
No podía dejar que su recuerdo volara por los aires de la nevada sierra y, amparado en la ficción, Matilde Santos viene a rememorar aquel tiempo. El tiempo donde las ilusiones truncadas a fuerza de represión empezaron a atravesar las conciencias de unas gentes que ya no se resignaban.
Matilde regresa tras un largo exilio para recobrar las sensaciones que dejó cuarenta años antes, pero no sólo se posiciona en la nostalgia, se incorpora a la lucha que mueve al compromiso con la democracia. El presente interesa mucho a la protagonista como también el futuro democrático que en su tiempo se cercenó.
Pero la vuelta del exilio es también la vuelta al amor. Al amor que se truncó por la guerra, que marcó profundamente su vida de exiliada y que, aunque ya fuera como mero testimonio de otro tiempo, trata de que no se olvide.
Deseo que la lectura de La renta del dolor os transmita tantas o más sensaciones que las que he vivenciado en los casi seis años de su gestación.

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