lunes, 23 de mayo de 2016

SOBRE HÉROES Y TUMBAS


Ahora que ya no lo hago, añoro mis lecturas durante los trayectos en el autobús de la línea 33. La línea ha sido renombrada (ahora es la SN1) y, después de un cambio de recorrido, ha vuelto a su trazado original. Parte de Los Pinillos, pasa por Cenes y entrando por la carretera de la Sierra cruza la ciudad de Granada hasta llegar a la estación de autobuses. En esos años solía utilizarla algunos días en semana, casi siempre los martes y los viernes, aunque mi trayecto era más corto y me quedaba en La Normal. Fueron muchos los libros que leí aprovechando esos treinta minutos de viaje. Ahora que ya no tengo esa oportunidad, echo de menos ese tiempo dedicado a la lectura. Uno de aquellos libros fue Sobre Héroes y tumbas, la gran novela de Ernesto Sábato.

Esta es una novela cuya lectura afronté ya con la madurez de un lector. Recuerdo de ella la relación entre Martín y Alejandra, la extravagante familia de Alejandra y aquello de la historia de Fernando Vidal, obsesionado con que las personas ciegas (criaturas subterráneas que operaban en las sombras) formaban parte de una secta sagrada, y ese disparatado Informe sobre ciegos. La novela se construye sobre historias que siguen caminos paralelos o que se mueven en círculos concéntricos, que parecen salidas de la inspiración de William Faulkner o el propio Dostoievski. La novela navega sobre las sombras y las catacumbas del alma humana, pretendiendo dar vida a nuestros fantasmas antes que a nuestra convencional existencia.

Viví con la intensidad del curioso la relación entre Martín y Alejandra, una relación que nunca acababa de cuajar. ¿Tortuosa y atormentada?, sí, pero de enorme valor para el chico, hasta el punto de no importarle los desaires de Alejandra, quien se movía en la complejidad de su vida y parecía no tener tiempo para Martín. Alejandra estaba en una continua búsqueda personal. Para mí esa relación me inspiraría para algunas pinceladas de la relación entre Álvaro y Doina en La noche que no tenía final, pero sobre todo en la que se establecerá entre Carlos y Andrea, en la novela que tengo casi próxima a terminar. En Alejandra es fácil encontrar la disputa entre la conciencia personal y su proyección al exterior, seguramente porque su origen, proveniente de una familia de la oligarquía de Buenos Aires, le provocará un sinfín de contradicciones entre lo que desea y configura el mundo de sus ideas y la realidad de la procede y en la que se ha criado.

Sobre Héroes y tumbas es una de esas novelas que nos llevan al límite de la reflexión, capaz de hurgar en ese convencionalismo, impuesto o aprendido, que nos hace seres contemplativos de nuestra propia existencia antes que protagonistas de la misma.

miércoles, 18 de mayo de 2016

LA BUHARDILLA DE LOS ESPEJOS


‘Mi espacio literario’ también pretende ser un lugar donde le demos cabida a las obras que llegan a nuestras manos por gentileza de sus autores.

En esta ocasión tenemos ante nosotros La buhardilla de los espejos, de José Gómez Marfil, novela recién publicada por la editorial Liberman.  

Dicen los psicoanalistas que el narcisismo es una forma del proceso de estructuración de la personalidad, del que forma parte, como una etapa más del propio desarrollo del ser humano, y que cuando se excede de esa fase de desarrollo natural se entra dentro del terreno de lo patológico. Bastante de esto es lo que José Gómez Marfíl nos muestra en esta obra, una novela de ritmo narrativo rápido y apremiante, como si compitiera con ese paso del tiempo que acelera el discurrir de nuestras vidas y la de su protagonista: el joven David Linde Lopezosa.

La buhardilla de los espejos es una obra que aborda el mito de la belleza trasladado a nuestro tiempo, en el que el culto al cuerpo, la imagen y la belleza se han elevado a cotas de proyección mundial en un mundo globalizado. Una simple mirada a lo que nos rodea revela cómo la publicidad nos inunda los sentidos con ofertas que casi siempre miran a la imagen como principal valor. Lejos suelen quedar otros valores humanos, que parecen haber caído en desgracia frente a la imposición de mensajes que sólo se centran en lo superfluo y lo inmediato.

Los cuentos clásicos suelen recorrer el camino narrativo que va del dramatismo a la felicidad, del sapo al príncipe, de la desgracia a la alegría o de la muerte al renacer. La buhardilla de los espejos invierte esta trayectoria de la lógica tradicional de los cuentos para llevarnos de la placidez y el hedonismo hasta la autodestrucción. En este caso, el joven David, dotado con los mejores dones físicos de la naturaleza, aunque incapaz de apreciarlos en su justa medida, caerá en la obsesión por luchar contra el paso del tiempo y las huellas que éste va dejando, y se verá abocado prematuramente a un proceso irreversible de autoliquidación.

En esta novela, el autor aborda otros temas de gran actualidad: la homosexualidad, la soledad del individuo presa del patrón social que lo aísla en la satisfacción de las necesidades fingidas, los placeres de la vida, el culto al cuerpo o la cirugía estética, como remedio para los inconformistas con su cuerpo.

La buhardilla de los espejos es la tercera novela de José Gómez Marfil. Es un paso más en su carrera literaria, que iniciaba con La fragua de Vulcano y, posteriormente, con La violinista y el escritor.  Con la actual obra creemos que empieza a consolidarse como un autor que gusta reflexionar sobre las esquinas que conforman la naturaleza humana.