Abrir un libro de Carmen Canet, leerlo aunque te asalte la distracción, es saborear el placer de las palabras envueltas en la sabiduría. No necesita excederse en ellas, solo con decir que “la lectura silenciosa es el erotismo del intimismo” nos invita a respirar hondo hasta cerrar los ojos para comprender que la lectura de sus aforismos son eso: un ejercicio cargado de erotismo que se expande por nuestras neuronas, capaz de alentar múltiples chispas en nuestro pensamiento hasta desbordarse.
El viento siempre acompaña nuestros pasos, a veces de modo agradable, otras con cierta brusquedad, pero siempre nos trae frescor, olores, incómodas partículas de polvo, caricias para aliviar el sofoco y, en esos paseos antesala del verano, revoltosos vilanos cargados de deseos a la espera de que le encomendemos los nuestros, antes del inocente soplo que les ayudará a seguir su acrobática travesía.
Cipselas (Editorial Polibea, 2022) es el título de este libro que parece decirlo todo sobre su contenido regado de imágenes breves, que pronto aletearán apenas pasen delante de nuestros ojos. Es lo que parece ocurrirle a los aforismos de Carmen Canet: se dejan arrastrar por el viento del ingenio hasta catapultarlos hacia nuestra imaginación.
El libro se presenta en tres capítulos cargados con la misma levedad que las acepciones a que hacen referencia: las cipselas, los vilanos y los bulanicos. ¿Quién no ha recogido del suelo la semilla de un diente de león, ha pedido un deseo y lo ha soplado para que el viento lo siga impulsado hacia el país de los deseos, allí donde nuestra naturaleza infantil nunca se extingue? Quizás todo sea parte de ese impulso irrefrenable de soñar que nunca nos abandona, incluso cuando la adversidad parece que nos ha vencido.
Los aforismos que encontramos en Cipselas son pensamientos que a todos se nos pasan por la mente, pero que somos incapaces de sintetizarlos a la manera que lo hace nuestra autora. Te invitan al diálogo, a la reflexión, al regocijo, a la risa, a sumergirnos en aquello que no reparamos… Y así me ha ocurrido con sus otros libros: Malabarismos (2016), Luciérnagas (2018), La brisa y la lava (2019), Olas (2020), Legere, eligere (2021) o Monodosis (2022), todos me han convidado a una lectura silenciosa e íntima cargada de erotismo intelectual.
Voy a pedir un deseo a esta Cipselas que tengo entre mis manos: “Espero que también esté pronto en las vuestras, amigos y amigas de este blog, para que no nos ocurra que ‘la sinfonía que es la vida se vuelve atonía”.
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